miércoles, 19 de junio de 2013

La decadencia de Occidente I






El título de esta nota remite a una obra del filósofo alemán Oswald Spengler[1] (1880-1936) publicada en Alemania durante la Primera Guerra. Se debe recordar que la crisis de la Bolsa de Wall Street, el famoso Jueves Negro del 24 de octubre de 1929, dio comienzo  a una larga y profunda crisis internacional con la quiebra de la economía y la Gran Depresión posterior. El futuro pintaba un muy negro panorama y las perspectivas eran muy poco halagüeñas.
El doctor Shlomo Ben Ami[2] (1943) nos propone esta reflexión:
Desde la publicación en 1918 del primer volumen de La decadencia de Occidente, de Oswald Spengler, las profecías sobre la muerte segura de lo que llamó la “civilización fáustica”[3] han sido un tema recurrente para los pensadores y los intelectuales públicos. Se podría considerar que las crisis actuales en los Estados Unidos y en Europa, consecuencia primordialmente de los fallos éticos inherentes al capitalismo de los EEUU y a las deficiencias de funcionamiento de Europa, atribuyen crédito a la opinión de Spengler sobre la insuficiencia de la democracia y a su rechazo de la civilización occidental por estar impulsada esencialmente por una corruptora avidez de dinero.
La caracterización de Spengler sobre Occidente como una “civilización fáustica” se debe a la relación que establece con el Fausto, de Johann Wolfgang Goethe (1749-1832). A esta obra le dedicó 60 años de su vida, entre las últimas décadas del siglo XVIII y las primeras del XIX. De esta obra, nos dice Darío Oses[4] (1949) «el doctor Fausto no sólo consigue honores, riquezas y placer sensual, sino que se empeña en transformar el paisaje natural, y hace que Mefistófeles, su asistente demoníaco, convoque ejércitos de trabajadores para construir canales, diques y torres. Aquí se anuncia lo que hoy llamamos “globalización”: el progreso que se extiende por todo el mundo, que fluidifica el intercambio de bienes, tecnologías y servicios, y de paso aplasta paisajes y desintegra a las comunidades que se apegan a formas de vida premoderna». Marshall Berman (1940)[5] lo definió como la etapa de la “la tragedia del desarrollo”.
Es interesante la referencia de Spengler,  porque nos permite pensar el tema propuesto desde un aspecto hoy bastante eclipsado por el pensamiento económico, como veremos después. Su diagnóstico cayó en el olvido después de la Segunda Guerra, por el aparente renacimiento del mundo occidental y la  recomposición del capitalismo estadounidense, período que los franceses denominaron los treinta gloriosos, haciendo referencia a los años transcurridos entre 1945 y 1975. Esos treinta gloriosos comenzaron a declinar por una combinación de factores, de los que algo también veremos más adelante y entre los cuales la llamada “Crisis del petróleo”[6] fue un trascendental detonante. Más tarde, la llegada al gobierno británico de Margaret Thatcher (1979-1990) y a la presidencia de los Estados Unidos de Ronald Reagan (1981-1989) imprimió un giro hacia la imposición de políticas neoliberales que ahogaron las viejas esperanzas de un mundo mejor.
Los pronósticos de una decadencia de las expectativas de mejoras sociales comenzaron a emerger al comprobarse las consecuencias de las políticas impuestas por el Consenso de Washington[7]: aumento de la desocupación, baja del poder adquisitivo de los trabajadores, concentración de la economía y crecimiento del poder financiero, entre otras. Este proceso hizo crisis en los años 2007/8 con lo que se llamó “el estallido de la burbuja inmobiliaria”.



[1] Estudió matemáticas, ciencias naturales y economía. Su obra principal, La decadencia de Occidente (dos vols., 1918, 1922), tuvo muy pronto un enorme éxito entre el público.
[2] Político, diplomático y escritor israelí. Miembro del Partido Laborista Israelí. Cursó estudios universitarios de Historia y de Literatura hebrea en las universidades de Tel Aviv y Oxford. Llegó a ser el máximo responsable del departamento de Historia de la universidad de Tel Aviv. Fue ministro de Asuntos Exteriores de su país y segundo embajador en España. Actualmente es vicepresidente del Centro Internacional de Toledo por la Paz (CIT).
[3] Se refiere al doctor Fausto, un mago medieval que pacta con el diablo: le vende su alma a cambio de riqueza, poder y placer ilimitados.
[4] Escritor y periodista chileno, diplomado en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile.
[5] Filósofo y escritor estadounidense. Publicó el libro Todo lo sólido se desvanece en el aire, considerado uno de los libros más influyentes del siglo XX, con el que logró reconocimiento internacional.
[6] Comenzó en 1973, a raíz de la decisión de la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo (OPEP) de no exportar más petróleo a los países que habían apoyado a Israel durante la guerra del Yom Kippur (llamada así por la fiesta judía del Yom Kipur), que enfrentaba a Israel con Siria y Egipto. Esta medida incluía a los Estados Unidos y a sus aliados de Europa Occidental.
[7] Se entiende por Consenso de Washington un listado de políticas económicas, consideradas durante los años 90 por los organismos financieros internacionales y centros económicos, con sede en Washington D.C., Estados Unidos, como el mejor programa económico que los países latinoamericanos deberían aplicar para impulsar el crecimiento.

No hay comentarios: