miércoles, 26 de noviembre de 2014

La guerra de los laboratorios en el mundo global I



Unos años atrás abordé en este blog el problema de los laboratorios medicinales. Quiero volver sobre el tema encuadrándolo ahora en un sistema salvaje (capitalismo salvaje lo calificó el papa Juan Pablo II) en el que el predominio del dinero, convertido en Dios omnipotente, posibilita martirizar y sacrificar en su altar a millones de personas sin la más mínima piedad. Tal vez estas expresiones resulten muy duras para quienes se niegan o están, por diversas razones, distanciados de las publicaciones de las Naciones Unidas poco proclives de caer en el escándalo informativo. El panorama de un mundo que concentra en pocas manos (el 1% dicen los movimientos que reclaman en los EEUU) más del 50% del riqueza que produce el planea, frente a una inmensa mayoría (99% dicen los mismos). La revista empresarial Forbes[1] sin el más mínimo pudor, con rasgos que rozan la obscenidad, hace gala mostrando a ese pequeño puñado de personas (los súper billonarios los denomina) con sus fortunas inconmensurables. Pero no habla acerca de cómo las han conseguido, sobre la miseria que avanza en la periferia del mundo desarrollado, que ahora ya ha invadido al tan idealizado y deseado mundo rico.
Dentro del juego de este capitalismo se ha ido dejando de lado todas las reglas que pretendían mostrar la justicia del funcionamiento de la competencia. Mediante ella  se justificaba su demanda de libertad en sus mercados. La consecuencia más desbastadora ha sido la concentración despiadada que ha expulsado a las empresas más débiles del lado de la oferta, y ha impedido el ingreso de los demandantes por falta de poder adquisitivo. Por lo tanto, la proclamada libertad de mercados es excluyente de todo aquel que no reúna las condiciones exigidas de ingreso o de permanencia. La tal libertad es un privilegio que pueden ostentar cada vez menos “sujetos económicos”. La prohibición de ingreso de parte de la demanda involucra a casi dos tercios de la población total del planeta.
Cuando hablé de concentración se debe entender por tal el proceso mediante el cual, durante el siglo XX y lo que va del XXI, un grupo de empresas multinacionales han desatado una guerra contra las menos capaces de soportar la lucha de la guerra despiadada. Al mismo tiempo mantienen una relación tensa entre ellas mismas. Al resultado de todo esto se lo ha denominado con terminología técnica: “fusiones”, “asociaciones empresarias”, “capturas”, etc. Hacia el interior de esas empresas se habla de “reingeniería”, “disminución del costo de producción”, de “justes económicos”, modos de referirse al despido del personal supuestamente sobrante. Ese “personal sobrante” pasa a formar parte de las masas de desocupados que facilitan la baja del valor de los salarios.
El panorama actual muestra un predominio abrumador de ese grupo exclusivo de multinacionales que se rigen por criterios estrictamente financieros, respondiendo exclusivamente a la mayor rentabilidad posible en el más corto plazo. Este juego al filo del abismo hizo eclosión en la crisis de lo que se presentó como el estallido de la burbuja inmobiliaria (2007-8). La información pública se cuidó mucho en presentar todo ello como si se tratara de un cataclismo natural, ocultando la pelea interbancaria por el dominio de los mercados financieros como causa real de la crisis. Una especulación financiera llevada a su máxima expresión no logró sostenerse en el filo del abismo. Como consecuencia una nueva reestructuración que dio lugar a una nueva configuración del capital financiero que concentró más aún el capital dejando fuera a los “ineficientes” (ineficientes ¿en qué?).
Para no extenderme en esta introducción, quiero decir que sin la comprensión de este contexto de guerra económica-financiera por cualquier medio (lo militar no está excluido) no es posible tener una comprensión clara y profunda del tema de los laboratorios medicinales. Sobre ellos debemos dejar claro: 1.- son empresas comerciales que se rigen por criterios financieros; 2.- juegan en las “ligas mayores” del mercado global; 3.- tienen los mismos objetivos de lucro que cualquier otra empresa; 4.- su carácter de productora de medicinas no debe sensibilizarnos olvidando el punto anterior; 5.- Los productos medicinales son simple mercancías regidos por las mismas leyes del mercado monopólico; 6.- su guerra por el dominio de mercados territoriales (nacionales, continentales, mundiales) es eso: una guerra.



[1] La revista Forbes se publica en Estados Unidos y está especializada en el mundo de los negocios y las finanzas; cada año publica su lista de las personas más ricas del mundo.

domingo, 23 de noviembre de 2014

La juventud - ¿esperanza o peligro? X



 En un artículo titulado La trilogía formativa del papa Francisco (27-07-2014), el abogado y profesor  nacional de Educación Física, Marcelo Antonio Angriman, comenta algunas declaraciones recientes:
Francisco no habla desde el púlpito sino desde su propia experiencia de vida, con 13 años Jorge Bergoglio comenzaba a hacer la limpieza de una fábrica de medias para luego cumplir tareas administrativas en la misma y años más tarde, ya en el Colegio Industrial, trabajar en un laboratorio en el que cumplía horario de 7 a 13. Hoy agradece a su padre haberlo instado a ganarse sus primeros pesos, porque ello fue una escuela de formación de vida. De allí extrajo como consigna para una buena formación la necesidad de ofrecer: educación, deporte y puestos de trabajo.
La idea de esta trilogía formativa es una constante que ha estado siempre presente en el pensamiento de Jorge Bergoglio. Por ello, puede afirmar que:
Un joven que tiene educación, que comparte con sus compañeros algún deporte o que empieza a despuntar la idea del trabajo siempre estará pensando en positivo, ya que dirige su proa hacia el futuro. Es que es necesario  partir de estos tres ámbitos, si se quiere llegar a buen puerto: debe existir dedicación, constancia y disciplina. También aceptación de reglas de convivencia. De allí el incuestionable carácter formativo de estos temas que lleva a los jóvenes a que "no se conformen con un empate mediocre".
El papa efectuó un llamamiento para que los dirigentes impulsen:
La función educativa del deporte, pues todos somos conscientes de la gran necesidad de formar a los atletas animados por la rectitud, el rigor moral y un agudo sentido de responsabilidad. El deporte tiene que promover en los jóvenes el compartir y la hermandad… como un válido instrumento para el crecimiento integral de la persona humana. La práctica del deporte estimula una sana superación de sí mismos y de los propios egoísmos, entrena el espíritu de sacrificio y, si se enfoca correctamente, favorece la lealtad en las relaciones interpersonales, la amistad y el respeto de las reglas.

Con motivo del Mundial de Fútbol el expresidente de Cuba, Fidel Castro Ruz, le envió una carta a Diego Maradona (24-7-2014) en la que afirmaba:
No creo posible una educación adecuada para los jóvenes de cualquier país sin el deporte… Yo soy un político, pero como niño, adolescente y joven, fui deportista y a esta noble práctica dediqué la mayor parte de mi tiempo libre.
En diversas ocasiones, se expresó en esta misma línea:
¿Por qué interesa esta actividad?  La Revolución tiene que ocuparse de la educación física y del deporte como una cuestión fundamental para el país. Es posible que para muchas personas, el deporte y la educación física hayan sido, o hayan creído verla, como una actividad sin importancia, como una actividad no fundamental… pero así como nos ha interesado enseñar a leer y a escribir a cada cubano que le ha interesado encontrar trabajo decoroso; le interesa la educación física y el deporte. Estamos interesados en formar una juventud vigorosa, disciplinada, y de carácter, sin dejar de ser, además, una juventud feliz y alegre… porque el deporte ayudará a crear jóvenes fuertes, saludables, vigorosos, entusiastas y conscientes.
Creo firmemente en estos criterios básicos para la formación de los jóvenes, y considero importante que esos temas se incorporen a las conversaciones cotidianas para apuntar a una formación integral, sin descuidar la educación ética, intelectual, política y espiritual. En ello se juega el futuro de nuestra patria y un futuro más amigable para todos.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

La juventud - ¿esperanza o peligro? IX



Creo que se pueden redirigir esas palabras referidas a una persona, hacia un modelo de joven que en los últimos años ha ido emergiendo de un conjunto que se ofreció para ayudar, para socorrer al necesitado, para acompañar al que sufre. Hemos visto cómo las miradas periodísticas se concentraron sobre Mascherano, algo comprensible tanto como el desborde de alabanzas, comparaciones, exageraciones, publicadas a partir de su figura. Todo ello no desmerece la analogía que presento
Lo importante para rescatar, según mi opinión, es que tanta algarabía a partir de su persona corre el riesgo de desplazar a un segundo plano la mirada hacia el fenómeno que rescato. Sus virtudes deben ser reconocidas, sin dejar en la penumbra que él, en tanto joven un emergente de una generación, se atreve a decir como uno de sus representantes: "Hay que tener serenidad y sobre todo humildad para saber lo que está fallando y ser un equipo". Habla desde una conciencia humilde: “Más allá del resultado, no tengo palabras de lo orgulloso que estoy de este equipo, que trabajó con humildad y sacrificio". "El principal valor es la humildad y eso le marca el camino al equipo". "Yo no soy un jugador talentoso. Todo me ha costado. No soy de esos jugadores que hacen la diferencia dentro de la cancha, sino más bien de los jugadores a los que se les nota el sacrificio, el trabajo".
El camino que muestra como modelo y ejemplo es el de servicio a los demás, en épocas de tanta tilinguería, de tantos famosos efímeros, que ostentan su chatura, su mediocridad y su vida superficial y fácil. Es el proyecto de una vida de perseverancia, optimismo, conocimiento, formación, capacidad de escuchar y contener, de valorar lo colectivo por sobre las ambiciones personales o, por lo menos, subordinarlas al interés del conjunto.
Quienes están cerca de él dicen: "Siempre pone el “nosotros” antes que el “yo”. Es difícil que en un equipo alguien se desubique con líderes humildes". "Transmite mucha seguridad y tranquilidad a sus compañeros. Sabe cómo hablarles, cómo algunos a veces necesitan un grito u otros una palmada. Y eso es porque sabe escuchar y contener". Es un modelo de joven que representa a muchos otros que no tienen tanta prensa. Pero lo que debe afirmarse es que él no es un “marciano”. Es un producto de estas generaciones tan mal miradas y poco valoradas. Es uno de los jóvenes que reivindican el trabajo, la continuidad, la certeza en el camino elegido, que no se ciega con los éxitos fáciles, sino que se propone obtenerlos con una conducta personal cotidiana y permanente. ¿Es demasiado decir que es nada más que “un joven argentino”?
La referencia a un deportista no debe ser tomada como un simple dato periodístico. En la formación integral de los jóvenes, es muy importante la adquisición de valores y hábitos que el deporte colectivo ofrece. Éste debe ser considerado un instrumento fundamental para ir perfilando la personalidad de cada uno. Por ello, como modo de profundizar el contenido de esta sencilla investigación y para ofrecer una reflexión final, recurro a dos vertientes que pueden parecer contradictorias, pero sin embargo coincidentes en algunos valores básicos que deseo recuperar. Ambos han practicado mucho deporte en su niñez y juventud y lo han planteado como un antecedente de una muy buena formación personal. Ellos son el papa Francisco y el doctor Fidel Castro Ruz.

domingo, 16 de noviembre de 2014

La juventud - ¿esperanza o peligro? VIII



Este estado de excepcionalidad en que se encuentra inmersa la juventud del sur de nuestro continente es descrito por la La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en un trabajo publicado en su página, titulado Jóvenes, Educación y Trabajo: Nuevas Tendencias y Desafíos. En él se subrayan las líneas de cambio de estas últimas décadas:
Los últimos treinta años fueron el escenario de importantes cambios. Las transformaciones sucedieron en diversos ámbitos de la vida social e individual. Los jóvenes fueron uno de los grupos sociales más influidos por dichas transformaciones. Crecieron en un ambiente marcado por el cambio tecnológico, las comunicaciones, la globalización, los procesos de individuación, y la mayor desigualdad social. En el caso específico de nuestros países, crecieron en un contexto signado por fuertes crisis económicas y sociales. Su subjetividad se fue formando en la era del capitalismo informacional, desigual y post-moderno. Las transformaciones de los últimos treinta años modificaron también el significado, en términos sociales, del período vital denominado “juventud”.
Sin embargo, no debemos olvidar la existencia de otros sectores de juventud que se encuentran marginalizados y reclaman la cooperación de aquellas otras juventudes. El doctor Bernardo Kliksberg[1] denuncia ese estado de cosas:
La OIT los llama en un riguroso informe reciente "la generación perdida". Se refiere a los jóvenes que han abandonado la búsqueda de trabajo porque no ven posibilidad alguna de encontrarlo en un mundo en donde la juventud ha sido duramente afectada por la crisis económica generada según Obama por la falta de políticas reguladoras y la "codicia desenfrenada" de grandes operadores financieros.
Un fenómeno social masivo como el fútbol, que muchas veces ha atraído la atención de los grandes medios concentrados, solazados al mostrar y comentar algunas miserias, fechorías, actos delincuenciales que ciertas minorías llevan a cabo, también ha podido dar un hermoso ejemplo de juventud. Una mirada  aguda, atenta, con autoridad intelectual, la de Juan Sasturain, nos ofrece un modo opuesto de pensar, con más profundidad, más respeto y admiración de lo que circula habitualmente. Se detiene para llamar nuestra atención sobre un aspecto del acontecimiento mundialista  —que tiene a jóvenes por actores privilegiados,  en este caso, deportistas— que puede servir de modelo y ejemplo de lo poco que se muestra de la juventud de hoy.
En el artículo Elogio irrestricto de Javier Mascherano, publicado el 14-7-14, toma como modelo y ejemplo a un jugador que, merecidamente ha recibido muchos elogios, pero que representa, más allá de su persona, un tipo de joven argentino casi perdido en los noventa:
Pocas veces nos ha tocado asistir, en nuestra experiencia de espectadores, a una demostración tan plena y conmovedora de entereza física y espiritual, solidaridad, entrega personal y aptitud y actitud futboleras como la que nos regaló Javier Mascherano durante los partidos definitorios de este Mundial. Ha sido una actuación ejemplar. Sobre todo porque esa muestra de su jerarquía como jugador y –animémonos– de su calidad como persona, se manifestaron en el lugar y en las circunstancias precisas que lo requerían, y del modo, de la manera, que fueran más eficaces para el conjunto. Mascherano estuvo donde y cuando debía estar a la altura de lo que se esperaba e incluso más, pero sobre todo estuvo buscando y encontrando lo que él mismo necesitaba dar de sí para sentirse satisfecho ante el desafío. En ese sentido, entonces, la suya ha sido también una verdadera lección moral.




[1] Es Lic. en Administración y Contador Público, Lic. en Sociología, doctor en Administración, doctor en Ciencias Económicas, profesor, escritor, consultor y asesor argentino, sobre temas organizacionales y administrativos, sociales y económicos.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

La juventud - ¿esperanza o peligro? VII



Para fundamentar su posición, incorpora el siguiente caso, al que considera un emergente de esa crisis:
Las escuelas educan en el conformismo y no en la Democracia. Cuando recogía el premio a Profesor del Año en Nueva York, el 31 de enero de 1990, John Taylor Gatto molestó a muchos asistentes a la ceremonia al afirmar: "La verdad es que en realidad las escuelas no enseñan nada más que a obedecer órdenes. Para mí es un gran misterio debido a las miles de personas solidarias que trabajan en las escuelas como maestros, ayudantes y administradores, pero la lógica abstracta de la institución anula sus contribuciones individuales".
Como contracara de esa juventud estadounidense, encontramos la experiencia del doctor en Economía y magister en Filosofía, Rémy Herrera, investigador del prestigioso Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) y profesor de la Universidad de París I Panthéon-Sorbonne, Francia. Invitado a exponer en el Primer Foro Social de las Américas (Quito, 25-7-2004), en su informe sostuvo como prueba de una grata sorpresa:   
Durante estos días del Foro Social, lo más impresionante fue la presencia masiva de jóvenes, ecuatorianos por supuesto, pero también colombianos, peruanos, venezolanos, brasileños… Su conciencia de los peligros que el neoliberalismo guerrero de los Estados Unidos hace pesar sobre la humanidad entera, su espíritu de fraternidad internacionalista, su compromiso militante generoso y resuelto… fueron lecciones de esperanza para nosotros todos. Esta magnífica movilización de la juventud nos impide de ser pesimistas. Pues si la juventud latinoamericana es a la imagen de lo que hemos visto en Suramérica, entusiasta, solidaria, combativa, podemos realmente creer no solamente que un mundo mejor es posible, sino que está construyéndose, gracias a nuestras luchas comunes.
Esos jóvenes que llamaron la atención del profesor de la Sorbona, de París, estaban unidos por grandes ideales comunes, por su profundo análisis de la problemática social, por su capacidad de construir nuevas organizaciones para dar cabida a toda esa energía y permitir articular las diversas propuestas hacia un camino común de liberación:
Un punto de convergencia parece ser la toma de conciencia de la necesidad de articular nuevos proyectos sociales a la escala nacional, regional y mundial. Suprimir la miseria, el desempleo y la explotación, reducir lo más rápido que sea posible las desigualdades sociales, instaurar sistemas públicos voluntaristas de salud, de educación, de infraestructura, de pensionados… asegurar una distribución igualitaria de los productos de base, abolir las discriminaciones raciales y sexistas, implementar reformas agrarias, permitir la reapropiación por el Estado de los medios de producción estratégicos para el desarrollo del país y de los recursos naturales de la nación… participan juntos, sin duda, de las medidas a tomar al nivel nacional. Pero la reflexión tendrá también que poner en cuenta la definición de un nuevo orden político mundial, lo que pasa por la redistribución internacional de los recursos y la creación de un fisco mundial, la negociación del acceso a los mercados y a los sistemas monetarios y financieros, la reducción drástica de la deuda exterior del Sur y –¿cómo no pensar en eso seriamente?– que levanta sistemáticamente el entusiasmo del público, especialmente de las jóvenes generaciones.